San Francisco de Asís

"Panchito" Una bendición para Real de Catorce

Hasta hoy, no sólo en México, sino en todo el mundo, es conocida la fama milagrosa de la imagen de San Francisco de Asís, que se venera en la legendaria Ciudad de Real de Catorce, y a cuya imagen los devotos le han dado en llamar por cariño "El Charrito".


Está claro que a esa imagen, originalmente se le rindió culto en la Capilla de Guadalupe, ubicada en el Panteón del mismo nombre.


Posteriormente y una vez que se abrió al culto la actual Parroquia, dedicada a la Purísima Concepción -probablemente a iniciativa de los mineros de la época-, fue trasladada la imagen del Santo de Asís, de la Capilla a la Parroquia, donde se le venera en uno de los costados.


En un principio, la imagen de San Francisco de Asís recibía culto y adoración como cualquier otra, pero poco a poco fue creciendo su fama, principalmente en este siglo, al grado que, en la actualidad, en la fiesta que se celebra anualmente, entre el 25 de septiembre al 12 de octubre, concurren miles y miles de visitan­tes, calculándose una afluencia de doscientas mil almas.


La fama de esta imagen ha sido uno de los factores determi­nantes para que Real de Catorce no se haya extinguido, pues como se sabe, todo mineral presenta por lo menos sus altibajos.


En cuando al origen de la mencionada imagen, no se tiene confirmada su procedencia. En nuestros antepasados existía la creencia, de que un día de tantos había llegado un burro cargando en su lomo a la imagen o escultura de San Francisco de Asís.


Otra creencia es la de que fue traído por los Padres Francis­canos, del vecino Estado de Zacatecas, pero en cualquiera de las formas que haya sucedido, el caso es que fue una bendición para Real de Catorce.


Durante todos los días del año, llegan a Real de Catorce, en autobuses, automóviles o a pie, una gran cantidad de personas para visitar la imagen de San Francisco de Asís, y  pedirle los ayude a resolver sus problemas o para sanar sus males, en el interior del templo, existe una gran cantidad de retablos y en diferentes formas, las gracias que regresan a darle por los favores recibidos, aumentando con ello su fe hacia San Francisco de Asís, venerado en la legendaria Ciudad de Real de Catorce.

 

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